¿Qué Somos?

Somos una familia bendecida por Dios. Unidad y ungida en su Amor. Guiados por su propósito en el evangelio de Jesús; con la finalidad de ayudar a los demás a descubrir su gran potencial de poder lograr con la ayudad de Dios y fe en su palabra; desarrollar la semejanza con que Dios nos creó, apartándonos de los males y las vanidades de este mundo. Nuestra misión es que alcances una verdadera vida de devoción y de relación con Dios, al cuidado de sus mandamientos, el estudio de su palabra y la constante oración. Donde descubrieras que somos todos mayordomos de su amor y que en esto está el propósito de nuestra existencia; donde encontraremos nuestra verdad de vida, agradando a Dios y viviendo con su propósito; más elevado y verdadero.

domingo, 21 de julio de 2013

Si me amáis, guardad mis mandamientos.



Hoy no tengo un tema…
Más bien, tengo una pena…

Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.

He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo. Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere.

Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas.

He aquí…
¡Cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!

Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.

Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.

Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.

De una misma boca proceden bendición y maldición.

Hermanos míos, esto no debe ser así.
¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.

¿Quién es sabio y entendido entre vosotros?

Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.

Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
‘Santiago 3:1-18’

Queridos hermanos y hermanas lectores que han reconocidos que son partes de un pueblo bendecido por Dios, hoy más bien que un mensaje es un llamamiento al alma de todos. Dios siga dándonos de su amor y gracia, junto a la sabiduría de poder; no solo interpretar su palabra, sino de ser capaces de aplicarla a nuestras vidas, sin acepción ni pretextos, mucho menos tratando de justificarnos por medio a encubrir nuestras faltas, hablando de las de los demás...

Todo esto lo pido en el nombre de Jesús, amén.

Leemos que fue escrito:
¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría, no teniendo entendimiento?
‘Proverbios 17:16’

Día tras día, sigues una y otra vez escuchando la palabra que dará sus frutos a su tiempo, pero que no decides que lo sea. Pues tienes el conocimiento, tienes el llamado, tienes la intención, pero la mal usas, desperdiciándote en tus malos pensamientos y la fijación en tus hermanos.

¡Despierta de este mal proceder!

El evangelio no se trata de gastar saliva, de ir sin falta a la iglesia, de ser todo un letrado en la palabra al límite de poder exponerla totalmente de memoria.

El evangelio se trata de ser a semejanza de quien se nos pidió que siguiésemos, de dar amor sin importar a quien, de mostrarnos por el perdón y la buenas obras productos de la buena voluntad de Dios presente en nuestros corazones; se trata de salir al mundo a ejercer la carrera que aprendimos en la iglesia, se trata de dejar nuestro egoísmo, nuestra hipocresía, nuestra vanidad, la mentira, y todo lo que nos constituye en anti cristianos para ser ese Jesús que se nos pidió, fuésemos, aun muchos se pierdan en su falta de fe y entendimiento.

Se trata de amar a Dios sobre todas las cosas…
Al punto de poner nuestras vidas por hacer su voluntad.

En esa voluntad que nos guía por la senda de su sabiduría y el amor verdadero que es Dios.

Vasta de señalar a otros…
1ro da del amor que Dios te brinda…
Mírate a ti primero.

Vasta de maldecir a los oscuros…
1ro da del amor que Dios te brinda…
Mírate a ti primero.

Vasta de condenar con tu juicio…
1ro da del amor que Dios te brinda…
Mírate a ti primero.

Vasta de no perdonar…
1ro da del amor que Dios te brinda…
Mírate a ti primero.

Vasta de menospreciar…
1ro da del amor que Dios te brinda…
Mírate a ti primero.

Vasta de negar aceptación…
1ro da del amor que Dios te brinda…
Mírate a ti primero.

Vasta de jugar a la religión…
1ro da del amor que Dios te brinda…
Mírate a ti primero.

Vasta de tanta hipocresía, egoísmo y mezquindad; juzgando para decir que tú eres justo, aun sabiendo que Dios te saco del mismo lugar de a quien estas señalando o quizás de uno peor.

Pide perdón y la intervención de Dios en las vidas de esas personas que necesitan de su ayuda y que fuiste llamado a darles de esa gracia que recibiste; y que aun así la sigues negando aun estés robando a Dios mismo, de su gracia y condenándote en tu mal proceder y oscuridad de tan corrupto corazón.

Recuerda que Jesús vino en busca de las ovejas descarriadas, de las cuales yo fui el primero, aun así hoy puedo dar gracia a su tan infinita e inmensurable misericordia.

Hay unas palabras que dicen:
Palabra fiel y digna de ser recibida por todos:
Que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
‘1ra de Timoteo 1:15’

Todos somos pecadores, dejemos de perder el tiempo en cosas que no construyen ni edifican y luchemos por unificarnos en el amor que es Dios, pues al final seguimos siendo una sola sangre, una sola humanidad y un solo propósito…

Despertar la consciencia espiritual y la necesidad de Dios en nuestras vidas.

Las bendiciones de Dios son todas para ti. No importa de dónde vengas ni a donde te diriges; no importa que tan mal creas que estas, o lo mal que hayas vivido. Dios te ama y quiere que vuelvas a su lado y resplandezcas en su gracia y su amor.

Demos gracias a Dios…
Por tan grande bendición…
Y tanto inmerecido amor.

Para la lengua, ora pidiendo apartar el mal de tu corazón y pensamientos, da de la gracia que sigues recibiendo. Pues aunque Dios da de su sol a malos y buenos, al final solo los justos serán los elegidos, y la cizaña plantada por satanás ardera en las llamas de su final destrucción.

Esto es la palabra de Dios y sus profetas.

Jesús dijo…
Si me amáis, guardad mis mandamientos.
‘Juan 14:15’

Duele ver a hermanos perder el tiempo y sus vidas en murmuraciones. Encontramos conformidad en que aun de Jesús siguen hablando y que las cosas son al tiempo de Dios, tenemos que ser pacientes y confiar, teniendo fe en que Dios seguirá obrando, hasta concluir su gloriosa obra.

Seguimos creciendo en la sabiduría de Dios…
Obremos tal nuestro aprendizaje y conocimientos.

¡Ya tienes el llamado!

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Aparta la mirada de la mentira de este mundo y despierta de tu pereza espiritual. Dios quiere salvarte y darte una vida nueva y verdadera, para que todos los que escuchemos creamos y hagamos su voluntad, caminemos juntos a Él y que podamos ser otra vez, en el nuevo comienzo que se avecina.

Que todo el amor de Dios y su sabiduría llenen tu vida, mostrándote el camino correcto, haciéndote humilde y benévolo para con los demás.

Que el amor de Dios y su paz sigan bendiciéndonos a todos y confortando nuestro espíritu, en el nombre de Jesús.

Amén.

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